jueves, 28 de septiembre de 2017

OTRO TIPO DE VUELTA ATRÁS


-Hola, Mikel, ¿Qué tal va la reforma de tu casa? Muy tranquilo te veo…

 Éste es un anuncio que oigo todos los días por la mañana en la radio (zona guipuzcoana), más o menos a la hora del desayuno, y que me sirve, también puede ser útil, para jurar en arameo (yo lo hago en arameo pero se admiten otras variantes o lenguas). Porque es real como la vida misma, y que tras una aparente pregunta, a modo de vaselina, lo importante es la segunda parte. Ese “muy tranquilo te veo” equivale, al menos en mi pueblo, a “te estás tocando lo que viene siendo los bajos como es habitual en ti”.

Esa aseveración, que lo es, viene normalmente por gente que no son amigos tuyos, que quizás han coincidido en tiempos, como se decía antes, de Maricastaña, y que si tú les respondes como se merecen, se excusarán ligeramente, mientras no te miran a los ojos. Y se irán reafirmándose en su interior con el concepto que ya tenían de ti.
Y es que ese anuncio me recuerda una vivencia que ocurrió hace muchos años.

Como mis lectores más adictos (porque muchos ya me han dicho que este blog engancha) ya saben, desde finales de 1978 a finales de 1981 estuve en Londres, aprendiendo la lengua, e intentando gastar el menor dinero posible, con trabajos de cualquier tipo que me dejaban realizar en restaurantes y hoteles, ya que entonces España no pertenecía al Mercado Común y no nos daban permiso de trabajo, salvo en alguna más bien remota excepción.

Pertenezco a un pueblo, Elgóibar, en el que todos nos conocíamos entonces, al menos los que salíamos fuera y estábamos en la misma situación. Y había coincidido en Hyde Park un día con un chico dos años más joven, y que aún siendo de mi pueblo solo lo conocía de vista, y tras la consiguiente charla un tanto forzada por el destino, no más de cinco minutos, nos despedimos. 

El verano del año siguiente coincidimos otra vez, pero ésta en nuestro pueblo, y mi cuadrilla con la suya.  A él le faltó tiempo para decir a voz en grito, los chicarrones del norte, todos, hablamos así:
-Jodé, no me habías dicho nada, pero ya me he enterado de que estás trabajando en un Banco del centro de Londres. ¡Qué callado te lo tenías!

Sin despeinarme, entonces tenía una buena mata de pelo, le contesté con tanto sentimiento, como la voz de la máquina de tabaco:
-Sí, trabajo en un banco, como tú dices, en el centro de Londres, pero tres días a la semana, Lunes, Miércoles y Viernes, dos horas cada día … limpiando suelos.

Entre las dos cuadrillas éramos unas diez personas, y nos abdujo un silencio que no nos soltó hasta que ellos, los otros, ya debían de haber abandonado el país. Por supuesto, que no hubo ningún tipo de asomo de disculpas tampoco.

Yo nunca desvelé, lo hago ahora, y sin cobrar, que el otro, hijo de un amigo de mi padre, pero nosotros no teníamos nada que ver, estaba trabajando en Londres a través de un contacto de la empresa en la que trabajaba su “aita”. Y él, en el  breve contacto que habíamos tenido en Hyde Park nunca me lo dijo, y eso que le había dado sutilmente pie a que me lo comentara, pero en ese instante evitó mirarme observando, aparentemente, el horizonte londinense.

Lo que yo hice entonces, ese silencio evitando la revancha, no fue cobardía ni mucho menos, sino “elegancia”, porque hay otra elegancia que no consiste en comprarse ropa de marca, preferentemente, además, extraordinariamente cara.


Hay momentos de la vida diaria, que son un auténtico túnel del tiempo...

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 27 de septiembre de 2017

EL ANIMAL QUE LLEVAMOS DENTRO...


Al menos desde Donosti, por mucho festival de cine que se esté celebrando, cuando el sol deja de apretar ya se nota el otoño. Y a este vecino del mundo con sus rojos, ocres, y colores calientes en general, el otoño, quizás como a otros parece les pasa con la primavera, le pone, y perdón por la crudeza de la declaración, hasta le pone, iba a decir “un puntito…”, pero ni puntito ni nada, cachondo total.

Quizás será por el animal que llevamos dentro, un oso de unos dos metros y medio, y que quiere gastar sus últimas energías, antes de  irse a hibernar  hasta finales del invierno, en actos que le congratulen. Pero este año, con el tema catalán, uno creo que ya está en estado total de hibernación desde los primeros días de septiembre, o desde los primeros ecos separatistas de la recta final que nos llevaría al 1 de Octubre. Que por cierto, esta fecha a este vecino personalmente se le antoja lo que viene a ser el antiguo Finisterre, fin del mundo y desastre total.

Aunque al final será como ese gran polvo que te esperabas echar, o que te echaran, y las expectativas quedarán por los suelos, o en los pliegues de lo que un día fue el tálamo nupcial.

De todas maneras, se nota que este vecino se está haciendo viejo, ya que en cualquier reportaje televisivo que se emita por las teles, con declaraciones de nativos catalanes, muchos hablan de vuelta a los tiempos franquistas, otros de estar muy cerca de una guerra civil, y aunque viví la última época franquista, aquellos tiempos nada tienen que ver con esta época. Y lo de la Guerra Civil, lo he vivido a través de recuerdos de mis padres, pero como diría mi madre “creo que nos quejamos de vicio”.

Ya sabemos lo que hay, gran abundancia de chorizos de todos los colores, y en Cataluña se han disfrazado, los políticos, de buscadores de libertad, para que una vez conseguida, ellos se proclamen amos del cortijo, y sean ellos mismos quienes repartan las cartas, y supuestamente se queden con las mejores.

Tampoco hace falta pensar mucho. Si después de los años que el hombre está en la tierra, el asunto, todos los asuntos, están como están, es que el fallo es el hombre mismo. Y tomaremos las poses que queramos, pero nuestros bajos instintos son el ancla que nos impide avanzar. 

Por eso prefiero que el Otoño me ponga cachondo, así en general, e incluso con un punto artístico, mis cuadros al óleo, que otros intenten quedar como líderes de la manada, y al final se gasten las tarjetas negras en ropa interior, no sé si de marca, pero que marca y bien marcado, aunque no precisamente a sus esposas. Que ellas, las muy pobres, es un decir, nunca se han planteado, como decía aquel cuplé, "de dónde saca pa tanto como destaca”.

Por cierto, pasado el 1 de Octubre, si el mundo sobrevive, que lo hará, no soy partidario, por supuesto, de ninguna recompensa a los que han montado toda esta feria, importantísimo, con el dinero de todos. Si los partidos, todos, hablan en sede parlamentaria y se vuelven a replantear nuevas formas para nuestra Constitución, que nunca sea a modo de chupete para que los políticos que han estado llorando, paren de hacerlo.

No puede ser que cada uno haga de su capa un sayo, y encima pretenda que se lo paguen a buen precio.

*OLEO: "OTOÑO EN POESÍA: IRATI", de PATXIPE


sábado, 23 de septiembre de 2017

DON MARIO, ESE PEQUEÑO DIOS


Este vecino del mundo lleva un tiempo, ya mucho, quizá primero sorprendido, y cada vez más fascinado por la figura que representa Mario Vaquerizo en nuestro panorama actual.

Y este artículo viene motivado porque hace un rato, sobre las cuatro de la mañana, he abierto el frigorífico para coger una botella de agua muy fresca, y durante una fracción de segundo, he tenido la sensación de que al abrir la blanca y fría puerta del aparato en cuestión, iba a encontrarme con Mario, que tras una corta risita a modo de exclamación, me iba a decir, como si me conociera de toda la vida, lo fríos y pequeños que hacen últimamente los pisos, ese en cuestión.

Todo tiene parte, al menos, de explicación. El último programa que he visto hoy/ayer en la tele ha sido “Hipnotízame”, naturalmente, con Vaquerizo dentro.

Hay trabajos que creemos que hace mucho tiempo pasaron a mejor vida, pero que si lo pensamos bien, lo único que hicieron fue reconvertirse, y uno de ellos fue el de bufón.

Según la R.A.E. una de las definiciones de bufón sería “Personaje cómico encargado de divertir a reyes y cortesanos con chocarrerías y gestos”. Pero si modernizamos, o democratizamos un poco más el concepto, tendríamos algo así como “Personaje cómico encargado de divertir a todo bicho viviente, especialmente por televisión”.

No, tampoco he cogido el término “bufón” al azar ni por hacer daño, pero esa palabra tiene mucho de servilismo, de ser menos que quien le mira, y eso al menos pareciera ser el rol que hace mucho tiempo Don Mario ha adoptado, o los medios le han dado, vaya usted a saber.

Por otra parte, está esa famosa frase, tan española como un buen cocido de garbanzos, que dice ”Ande yo caliente, y ríase la gente”. Porque incluso la misma vestimenta de Mario, tiene mucho de “buhonero”, un nuevo Fagin de “Oliver Twist”, aunque lo único, y no es poco, que nos robe el bueno Del Vaquerizo, sea nuestra atención.

Hace apenas unas dos semanas se conocía la noticia en el mundo del cotilleo,  de que  Alaska y Mario Vaquerizo habían comprado la casa, se dice que por medio millón de euros, de su amiga Bibiana Fernández, que anda con problemas con Montoro, perdón  con Hacienda, así con “H” mayúscula, como los problemas que muchos están teniendo con ella.

Al enterarme de esa noticia, una gran sonrisa, cuando menos espiritual, afloró en mí.  Porque es una pareja que me cae bien, que son muy currantes, y que especialmente Mario Vaquerizo, ya es un pequeño Dios, porque está en todas partes, y como el junco que se dobla con el viento, y nunca se rompe, él al final aprovecha ese aparente “ser menos del que le está viendo”, para pasar por caja una y otra vez.

Vaquerizo, Don Mario, una persona que entre su trayectoria profesional ha sido representante de parte del famoseo nacional, puede tener mucho de extravagante, pero de bufón y de mirarle desde arriba, mientras sólo él quiera y le paguen bien. Incluso una persona con tantos amigos como él, por fuerza, no puede ser mala, no tiene tiempo material.


Vuelvo al frigorífico a dejar la botella de agua, y si ahora me encuentro de verdad con Mario, pues eso, no me importaría pasar cinco horas con él.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 21 de septiembre de 2017

¿EL HUMOR TIENE BANDOS?


¿Cuándo uno se encuentra en la tesitura de que le están enseñando un capote para que embista, aparte de que se presupone que le están llamando cornudo, pero ni hay pruebas de ello ni las habrá, merece la pena embestir, si ve que en el fondo todo lo que está ocurriendo es con fines publicitarios?

Es lo que está ocurriendo con la denuncia que la Unión de Guardias Civiles ha interpuesto a la plataforma de televisión por "streaming" Netflix ante la Fiscalía de la Audiencia Nacional por considerar que la publicidad de su película, "Fe de etarras", constituye un delito de "humillación a las víctimas" del terrorismo.

El motivo de la denuncia es un gran cartel, mostrado en la foto al comienzo de este “post”, que cubre un edificio en pleno centro de Donosti, y en el que se puede leer la frase: "Yo soy españooool, españoool, españoooool", con las palabras "español" tachadas en , rojo, bajo la que figura el título de la citada película. 

Una comedia (detalle éste, comedia, que hay que tener muy en cuenta), en la que con el mismísimo título, ya se da a entender que va a tratar, cuando menos de ETA, y luego con un poco más de información (y para eso se publicita), nos enteramos, que de manera "desenfadada", trata sobre las peripecias de un comando etarra en Madrid. 

Película dirigida por el donostiarra Borja Cobeaga, guionista, junto con Diego San José, de la populares "Ocho apellidos vascos" y "Ocho apellidos catalanes", y uno de los responsables del exitoso programa satírico  de ETB “Vaya semanita".

Ocurre que en presuntos delitos donde la censura anda por medio, ya de primeras es aconsejable, y este vecino pide perdón de antemano, “cogérsela con papel de fumar”, y como en el ámbito de la ley estamos hablando, seguro que ambas partes, y ninguna, van a tener razón.

Además, una empresa tan pujante como Netflix, y utilizando las mismas palabras que hubiera empleado esa gran filosofa que todavía es Doña Amalia, la madre que me parió, “si se han metido en semejante berenjenal” es porque un grupo de sesudos abogados ya han previsto el posible litigio, y han dado su visto bueno.

Para ciertas cosas tenemos la piel hipersensible, aunque al final sólo se trate de promocionar una película, se presupone que con buenas dosis de ironía y humor, que se presentará en el Festival de San Sebastián el próximo 29 de septiembre, y en la ya supercitada plataforma,  el próximo 12 de octubre. La publicidad, en realidad, ya está más que hecha entre todos, y muchos de nosotros, sin cobrar un euro. 

Hasta el mismísimo presidente del PP de Gipuzkoa, Borja Sémper, ha expresado públicamente sus "ganas" de ver la película, argumentando que se trata de un filme que se ríe de ETA, lo que a su juicio es lo contrario de "avalar" la trayectoria de la banda terrorista.

Quizás muchos vascos, la mayoría, y seguimos en tono de humor pero sin alejarnos de la realidad, porque no tienen por qué ser excluyentes, en su momento podíamos haber interpuesto muchas demandas; porque cada vez que salíamos de nuestra autonomía, y al decir de dónde eramos, con cara medio pícara/medio seria, nos decían eso de "Ah, eres etarra". Y parecía que teníamos que demostrar que éramos buenas personas, lo cual hubiera sido harto difícil, porque primero habría que ponerse de acuerdo en qué es ser buena persona.

Muchas veces, el problema, si lo hay, no es en lo que se dice en un momento determinado, sino cómo se percibe y recibe por el otro "bando". Y mientras haya "bandos", siempre habrá polémica, y lo más importante, nada de humor; y si algo es el humor, o debería de ser, es salud en potencia.

*FOTO: DE LA RED,

lunes, 18 de septiembre de 2017

¿DISFRAZANDO AL VICIO?


Muchas veces para ser “vidente” no hay que tener poderes extrasensoriales, o del tipo que sea, sino sólo fijarse en lo que nos rodea, en lo “evidente”. ¿De ahí el nombre?

Por ejemplo, y dentro de unos años, esperemos que no muchos, para que sean menos los afectados, tendremos problemas graves con los ludópatas, de esa vía, que hace algún tiempo, ya demasiado, el gobierno de turno aceptó al permitir las “casas de apuestas”.

Este problema se trató en este blog, ya va para dos años  (https://patxipe.blogspot.com.es/search/label/apostar), y ahora desgraciadamente el tiempo nos está dando la razón.

Estos días en los periódicos se empieza a entrever el problema empezando con el goteo de cifras.

Según datos de la Dirección General de Ordenación del Juego del Ministerio de Hacienda y Función Pública, al rededor de 670.000 españoles apuestan como mínimo una vez al año, cerca de un 30% de los que lo hacen, unos 217.000 ciudadanos, tienen entre 18 y 25 años. Este grupo de personas, échense a temblar, es sólo superado por el de 26 a 35 años.

De acuerdo con los datos del Ministerio de Hacienda, solo en el segundo trimestre de 2017 se movieron en apuestas más de 1.400 millones de euros en España. Con lo cual la respuesta al por qué en su momento se dejó campar a sus anchas a las “casas de apuestas” es obvio: negocio para círculos cercanos, se presupone, al poder, e incluso para el Ministerio de Hacienda, que siempre lo rebaña todo. Aunque seguro, porque todo es opinable, y más cuando se trata de dinero, los políticos y abogados de los interesados, tendrán mil excusas, e incluso muchas más, para certificar  que el permiso para las casas de apuestas se tenía que haber dado incluso antes.

Para generaciones que han nacido con un teclado o con un móvil en las manos, en lugar de con un sonajero, las apuestas por internet son otra especie de juego disfrazado de una app de moda que mezcla deporte, sucesión de datos que da vértigo, y … apuestas. Y el vicio está disfrazado, por mucho que se diga en cada anuncio con la boca pequeña "prohibido a menores de 18 años", de noticias deportivas.

Uno de los puntos que menos le gustan a este vecino del mundo es el empleo de las voces y figuras de estrellas de la comunicación, radiofónica y televisiva, que entre jugada y jugada, dicen una y otra vez, con una naturalidad pasmosa, que ellos ya están apostando e intentan primero abrirte los ojos, para después violarte los bolsillos mientras te encaman con una cálida sonrisa en el lecho de las apuestas.

Cuando comiencen las primeras demanadas de personas, y familias afectadas, como ocurrió en Estados Unidos con los afectados por el tabaco, sería lógico que se les involucrara también a esos que con sus “consejos” pagados, naturalmente, intentan lanzarte al catre de la ludopatía.


Como escuchante radiofónico de primera categoría, este vecino se siente así y a mucha honra, es indignante el comprobar, día sí y día también, cómo cada vez se disfrazan más los límites de la publicidad especialmente en el ámbito “deportivo”. 

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Hay que tener en cuenta, ya  para terminar,  que en cierta manera abrimos nuestras casas, mediante el oído, pero es literalmente así, a personas que creemos conocer, y que dicho con doble sentido, siempre hemos creído que estaban en nuestra misma onda, y  que con ellas, tanto nuestra cartera como nuestra salud, iban a estar a buen recaudo...
¿Mucho pensar?

FOTO: DE LA RED

sábado, 16 de septiembre de 2017

¿DÓNDE SE FUE PEPITO GRILLO?


Cuando tienes en cuenta los minutos y los segundos en cada cosa que haces, la vida, quizás, se puede convertir en un thriller, y siempre he preferido las películas de amor, porque son las que mejores efectos especiales ofrecen a tu corazón. 

Esas películas en las que chico busca chica, y además la encuentra. Y no solo eso, sino que ella le hace caso. Y además, ella es guapa a rabiar, y lo mejor de todo, que no va desnucando a convecinos a su paso, porque el único que se ha dado cuenta de lo guapa que es, como se decía antes, es el “menda”,
Por cierto, el lenguaje es una de las características que más inducen a pensar en los años que vas cumpliendo.

Quizás, la vida actual, de comida y todo rápido, de aquí te pillo y aquí te mato, está diseñada para que no pensemos en el mañana, sino en el ahora mismo. Porque quizás mirando las “cosas” con perspectiva se pueden ir viendo la de hilvanes defectuosos que la vida tiene, y que no van a resistir una segunda puesta.

De hecho, este mismo post, este mismo artículo, está hecho con mucho tiempo, y sobre todo con mucho silencio, ese mismo silencio que impide que una voz en off ahora mismo nos esté hablando de esa Cataluña que se quiere ir de España, o de ese Gobierno Central que está haciendo todo lo posible para quedarse solo. 

Habrá un mañana, y otras noticias inundarán las páginas de esos periódicos que al final servirán para limpiar los traseros, es curioso, de los que peor nivel de vida tienen, y que incluso, quizás, no sepan leer.

La vida actual está diseñada para que nuestro Pepito Grillo, esa voz que todos los días al acostarnos nos dice lo bien o mal que nos hemos portado, esté distraído con los demás Pepitos Grillos en un chat que tienen que “alguien” ha diseñado en cualquier WhatsApp. Es lo que vendría a ser el nuevo “Flautista de Hamelin”, que se lleva nuestros yo infantil, donde se encontraría el germen de nuestra personalidad, y los cambia por uno-más-del-redil.


¡Es curioso! De pequeños, muchas veces, al menos a lo de mi “degeneración” nos castigaban a estar solos, cuando habíamos hecho una posible trastada. Ahora es conveniente, muy conveniente, una cura de soledad, siempre un nombre de mujer al fondo, para saber quiénes somos y a dónde queremos ir.  No confundir con a dónde nos quieren llevar, que siempre es, no falla, al huerto. Nada que ver con el sexo, aunque muy posiblemente, si nos dejamos joder, nos joderán.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 14 de septiembre de 2017

NO "IMAGINE"


Sabía que estábamos en una mala época, para todo, sobre todo para hacerse rico de manera legal. Pero ya, al enterarme de la carta pastoral del Obispo Munilla en el que pone en la misma balanza al Daesh y a John Lennon con su Imagine, se me han caído los palos del sombrajo.  Y en cambio no ha hecho ninguna mención a esos curas, que recordando una canción de “La Orquesta Mondragón”, se les podía denominar “de los caramelos”, y que en vez de enseñar su fe, supuestamente enseñaban otras partes, que siempre se las ha denominado, como pudendas.  

Se suele decir que la música amansa a las fieras, pero parece ser que el Obispo de la diócesis donostiarra no opina lo mismo.

Ayer estaba hablando con mi vecina Gladis, sexagenaria y ex pía donde las hubiere, hasta que por alguna movida que tuvo con el párroco por póngame unas velas de más o de menos, a ser posible de las más caras que vendemos nosotros mismos, me dijo que al final todo se reduce a que John Lennon no compraba sus libros de texto, es un decir; que no “comulgaba”, tampoco es broma, con sus ideas era más que evidente, y seguro que lo de ponerse en bolas con la Ono para protestar, tampoco tuvo que ayudar.

Siempre me habían dicho, y estudié en un colegio de curas, que lo importante es como en La Bella y La Bestia, el interior, más allá de credos, y nunca mejor dicho, y religiones. Pero al final siempre se demuestra que hay que oficializarse y pagar todo tipo de tasas; y como Lennon era de todo menos practicante católico, la culpa siempre tiene la competencia, y si además va por libre, peor que peor.

Por eso debía de decir Gladis (mi Gladis, que sin duda tiene que tener el contador de los pecados sin inaugurar), lo de los libros de texto, porque al final es como las velas que le separaron a ella de la conducta oficial: si pasas por taquilla te homologamos.

No pierdo la esperanza de que el Obispo Munilla,  José Ignacio, en algún momento, y repleto del vino de misa, diga que la derecha española también tiene sus defectitos; pero ahora que lo pienso, esos, ya por definición, de bebés debieron de caer en una marmita de homologación, y son católicos, apostólicos y romanos. Se pueden equivocar, eso sí, pero sin ellos quererlo. Siempre, claro está, que nunca se les ocurra tocar sus posesiones aquí en la tierra.

Por mucho que me diga, que nos diga, el Obispo Munilla, del peligro de la letra de “Imagine”, tampoco veo a esa canción, como saliendo de los altavoces del infierno, para hacer más malos a los peores.


Quizás, lo peor de la canción de Lennon, a ojos de Munilla, sea que el título, idéntico en castellano, ese IMAGINE, suene a orden, a inventar, a improvisar,  por imperativo, nuevas propuestas de vida, y eso para la Iglesia, y para el poder establecido, siempre es un peligro. 

¿A quién se le hubiera podido ocurrir, sino es a John Lennon, utilizar una cama ... para protestar?

*FOTO: DE LA RED

domingo, 10 de septiembre de 2017

SI DE GATO, GATILLAZO, DE BLOGGER...


El otro día iba paseando por una Donosti que se resiste a que el huracán veraniego se vaya desinflando, cuando me encontré, en realidad el destino me juntó a modo de broma en la esquina de cualquier calle (porque si recuerdo cuál es, es muy probable que no vuelva para no tentar a la suerte otra vez) con un antiguo compañero de trabajo. No, nunca hemos tenido ningún encontronazo, pero es el sexto sentido, ese que siempre te ayuda a sobrevivir,el que siempre ha encendido la luz roja cada vez que estamos cerca.

Me comentó que en ningún momento le había dicho que escribiera en un blog, y que se ha tenido que enterar por otros. Intentando no ponerme en modo “confrontación”, le dije que eso hubiera sido imposible, porque comencé a escribir, de hecho inauguré el blog, una vez nos habían forzado, concretamente a treinta personas, a dejar la empresa mediante un ERE. 

Como él seguía, creo, en la empresa, en cierta forma pareció ponerse en alerta, por aquello de recibir posibles críticas al respecto, aunque en muy pocos segundos pudo comprobar que mi ánimo estaba muy lejos de remover antiguos barros.

El tiempo iba pasando y era evidente que no teníamos mucho de qué hablar, por eso me hizo una pregunta sobre lo único que sabía de mí y mi nueva época: ¿Qué se siente al escribir en un blog?

Si la pregunta fue por pura cortesía, o descortesía, nunca se sabe, en muy poco tiempo debió de arrepentirse, por lo prolija de mi respuesta:

- En realidad cada post es como una liposucción en el alma. Siempre me ha recordado a aquel momento de nuestra niñez, cuando a nuestro profesor/a le fallaban las pilas para seguir dando la clase, y se descolgaba con una redacción urgente. Era como traspasar los poderes a la parte contratante. El problema es que esta redacción me la tengo que autoimponer, y como me llevo bien conmigo mismo, la mayoría de las veces intento no putearme con temas con los que tengo más que perder, y aquí incluyo siempre mi intimidad.

Mientras le sonreía, continué: -Y ya ves que la actualidad no está para que si escribes en un blog, te hagas el sueco y la rehuyas.

-¿Crees que es para tanto?- Me preguntó secamente, sin darme a entender si le estaba interesando nuestra charla forzada, pero charla al fin, o simplemente quizás estaba descubriendo que yo era un gran presuntuoso.

-Sólo te voy a hacer una pregunta, si me dejas –le contesté, mientras me miraba ahora con una gran atención:

-¿Qué opinas de la actuación de Juana Rivas, la madre que se escondió de la justicia con sus dos hijos; bueno, de ella, de la actuación de su pueblo, de los jueces, y si hubieran actuado igual si hubiera sido el padre el que tuviera ese proceder? ¿Se puede todo un pueblo confundir?

- Me pillas en mal momento – me respondió mientras miraba el reloj. - Hace ya diez minutos que tenía que estar en otro sitio.-
Y tomó, como se decía antes, las de Villadiego.

¿Mi opinión a las preguntas que le lancé?
Si mi interlocutor se hubiera quedado, mi respuesta sin duda, entraría en esta historia.

De todas maneras, los que me siguen desde hace mucho, sin duda sabrán mi respuesta. Aunque quizás la última pregunta, ¿Los jueces hubieran actuado igual si hubiera sido el padre el que tuviera ese proceder?, puede dar algo de luz a mi opinión, que por ser solo mía, hoy, como excepción, me la guardo.

Hoy, tocaba otra historia, ya perdonaréis. La historia, a todos nos habrá pasado, de alguien que cree conocerte, y te pide cuentas, aunque éstas, en tu opinión, sumen cero. 

Quizás al dejar esta vez el blog con la sensación de haber sufrido un gatillazo, comprendáis que otras veces, casi siempre, os vais saciados. ¡De nada, viciosill@s!

*FOTO: DE LA RED

viernes, 8 de septiembre de 2017

PAÍS, S.A.


Esta semana ha sido algo así como la vuelta al cole de los programas de siempre, y con ella ha comenzado también la vuelta del inefable “El Hormiguero”. 

Personalmente este vecino ve muchas veces el programa de las hormigas más famosas, por aquello de las tecnologías que se van presentando, pero no comprende que si se le da caña al Señor Osborne por sus opiniones, la mayoría de las veces con salidas de pata de banco, el Señor Motos tenga una especie de bula, y muchas veces, viendo y oyendo lo que se ve y se oye, se pueda decir, y no se diga, como se decía en el pueblo imaginario de Miguel Gila, eso de que “Me he quedado sin hijo, pero me he reído…

Con la vuelta al cole de “El Hormiguero” están apareciendo nuevos colaboradores, y ayer le tocó el turno a Mónica Cruz, la hermanísima.

Quedar, lo que se dice, quedar, no quedó nada claro de que va  a ir su sección, pero si nos ceñimos al tema de ayer, lo hubiéramos podido titular, como aquel antiguo culebrón: “Los ricos también lloran”, ya que nos salió La Mónica, de tiros larguísimos, para demostrarnos lo mal que se lo pasa una, durante una gala, como bien pudiera ser, “Los Goya”, con su vestido de marca marquísima, sin ayuda para ir al servicio con esa gran cola, su bolso de mano en el que sólo le caben prácticamente las llaves, y sin una amiga que ayude en el trajín de hacer aguas menores, o mayores.

Personalmente, este vecino del mundo cree que se les fue la olla a todos, y que conste que la Señora Mónica Cruz no tuvo la culpa de nada, sino que todo eso se supone que ya viene en un guion, explicando cómo se utiliza, por ejemplo, un salvaslip dentro de un zapato de tacón, para hacer la estancia del pie dentro, menos incómoda. O cómo, antes de salir de casa, para la gala, se suele tomar un “Ibuprofeno”, para evitar futuros dolores de dedos de los pies. Una especie de tutorial  "antes muerta que sencilla" para andar por casa. Ante la incredulidad de muchos, entre los que este vecino se incluye, y eso que ya pocas cosas le pueden sorprender, se nos dio clase de cómo sufrir para estar brillante de la muerte.

Este vecino del mundo, rogaría al equipo del Señor Motos, que para estar de acuerdo con los tiempos, en futuras entregas de Doña Mónica Cruz, y dando una vuelta de tuerca al formato, se le entregue,  por ejemplo, ochocientos euros en un mes, y demuestre si se sufre para llegar a final de mes, y es más, si lo consigue o no. 

Porque vamos a ser sensatos, es mejor que nos preparen para la pobreza, para la que tenemos más boletos de que nos toque vivir, que una vida de noche de gala, en la que sólo se nos dice de cómo se sufre, pero no se dice las cenas que te tomas, por ejemplo, “by the face”.

Ahora, que se utiliza la palabra “populismo” en cualquier momento, lo de ayer de  “El Hormiguero” fue “no quieras ser de la Jet, porque se sufre muchísimo, y además desde el punto de vista de los pobres, siempre tendrás muy mala prensa”.


Si hubiera que leer entre líneas, en esa nueva sección de “La factoría Motos and Company” se nos va a preparar para la pobreza, demostrándonos, como decíamos al comienzo, que …”Los ricos también lloran”.

Ya lo decía nuestro filósofo de cabecera, el Señor Forges, en los años setenta: PAÍS, S.A.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 7 de septiembre de 2017

PUIGDEMONT, RAJOY Y LA SOMBRA DE ORSON WELLES


Hace muchos años, unos cuarenta, trasteando en el dial de la radio, del que este vecino del mundo, siempre ha sido seguidor empedernido, descubrí un programa de  Radio Nacional, sobre las doce de la noche, que contaba historias de miedo mezclándolas con la actualidad del momento, y que sorprendían mucho. 

Recuerdo una de ellas en las que una voz anónima, un hombre por teléfono, amenazaba en un momento dado al presentador, y no solo eso, sino que durante el programa intentaba cargárselo. En realidad no era nada nuevo desde que el Señor Orson Welles, en 1938 paralizó a Estados Unidos con una adaptación para CBS de La guerra de los mundos, de H.G. Wells; pero el intento, a la española, me dejó mella, y ha quedado en mis recuerdos para siempre.

Con todo lo que está pasando entre ayer y hoy en el Parlament, este vecino del mundo tiene la sensación de que en cualquier momento, el President de la Generalitat, Carles Puigdemont, va a mirar a cámara, y a decir: Hemos llegado hasta aquí. Todo ésto es una broma y a partir de este momento que el Señor Rajoy se ponga las pilas porque vamos a hablar en serio.

Pero  mucho me temo que, como diría cualquier inglés, ya se han quemado tantos puentes que es difícil volver atrás en unos hechos que parecen mezcla de opereta de país bananero y guion de un Woody Allen muy joven.

Tras más de cuarenta años en que los gobiernos centrales, de cualquier color, han tratado a las autonomías con tendencias separatistas a darles más mimos para que se les pasara el cabreo, y haciendo, en el caso catalán, presuntamente la vista gorda con ese “tres por ciento” que se “distraía” entre unos y otros, y que los respectivos gobiernos centrales, otra vez, no sabían nada, se ha amasado una educación que contaba a sus nuevos “feligreses”, su historia a su manera, y que nadie quiere reconocer. Y ahora, ya es más bien tarde.

De hecho, ante tanto sin sentido de las últimas cuarenta y ocho horas, lo peor me ha parecido, y ya es decir, la comparecencia del Señor Rajoy tras su reunión con los ministros, para tras una perorata de legalismos, en realidad no aportar nada nuevo.  Pero, como uno está acostumbrado a leer entre líneas, este vecino del mundo se ha quedado con que Rajoy hoy ha dado a entender que por todo lo que han hecho Puigdemont y sus chicos se va a chivar a sus padres para que les zurren la badana.


Este vecino del mundo no tiene miedo de decir lo que está diciendo, porque es consciente de que sus seguidores ya le conocen desde hace años, siete concretamente, y saben de qué pie cojea, y que precisamente no es el derecho. Pero la reacción del Gobierno Central sigue siendo más fría que una declaración de amor de Dinio García, que ya es decir. 

Y lo peor de todo, que el tic-tac del reloj separatista está llegando a su fin, y nos puede estallar en la cara democrática en cualquier momento.

*FOTO: DE LA RED

martes, 5 de septiembre de 2017

LA BODA QUE SE CONVIRTIÓ EN MERIENDA


Hoy he leído por algún lado, que se cumplen quince años de aquella gran boda de Alejandro Agag y Ana Aznar, la hijísima. Una boda de cuento, que luego se demostró, que con mucha gente dentro que vivía precisamente de eso, del cuento, y naturalmente sufragados por todos nosotros.

Me pueden decir que esa fecha conviene recordarla, para no olvidar lo que luego ocurrió, o mejor dicho, al parecer ya estaba ocurriendo, sólo que el olor a putrefacción no fue detectado hasta mucho tiempo después. Pero lo mismo, que una relación tóxica conviene terminarla, e incluso enterrarla, por sus residuos, estos “recuerdos” deberían de ser enterrados, o mejor dicho “ahogados”, como dice aquella canción infantil, “en el fondo del mar, matarile-rile-ron”.

Y quizás la boda de Agag y Aznar , después de todo, como metáfora en su concepto es redonda. Una boda de esas que dicen en mi pueblo de “tiros largos”, para negocios que luego se han ido demostrando que tenían el tiro trucado, que eran de todo menos limpios. La inocencia de lo blanco de una novia en contraposición con todo el barro del mundo en muchos de los negocios que los invitados representaban. O dicho de otra manera, muchos de los presentes llevaban un buen marrón puesto, por mucho que fueran disfrazados de “marca”.

Un presidente entonces, Don José María Aznar, que casa a su hija intentando de alguna manera entroncar ese acto con nuestra historia, usando a El Escorial como túnel del tiempo; y el mismo tiempo ha ido demostrando, que aquello en lugar de una boda, fue una merienda de negros, intentando soslayar, en esta expresión, toda connotación racista, aunque en realidad, con aquella representación de Pasarela Cibeles (que nadie olvidará, y que además de eso se trataba), ellos mismos iban demostrando que lo suyo era una casta a la que no podía acceder cualquiera.

El tiempo nos hace sabios, amén de viejos, e incluso a modo de moraleja nos enseña que aunque las vergüenzas se vistan de largo, vergüenzas se quedan.

Lo dicho, momentos como el de la citada boda, que lo único que tuvo de popular era la ideología de la mayoría de los invitados, es mejor evitarlos en nuestros recuerdos; más que nada, como en el caso de este vecino del mundo, para intentar que sus tensiones, alta y baja, no se junten en una conexión fatal.


¿Lo mejor de aquella boda? La obra de teatro que representaron más tarde los de “Animalario”, siendo galardonados, además, con muchos premios, demostrando que incluso de la corrupción también se puede hacer arte. No confundir, con el arte que muchos tuvieron para adornar su corrupción.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 1 de septiembre de 2017

DE MENTIRAS Y FASCÍCULOS


¡Qué gran verdad es esa de que por la boca muere el pez!

Al final se aconsejaron los bolardos, y la CIA, bajo esa piel o disfrazada de algún otro ente cercano, filtró a los mossos que se estaba preparando un gran atentado en La Rambla. Y lo demás es intentar sembrar excusas, dudas, para que no se vea que “alguien”, como relataba Don Miguel Gila en sus monólogos de teléfono antiguo, no ha informado a “alguien”.

No se dan cuenta, y si se dan seguro que también les trae al pairo, que vestirse “de no sé, no me consta”, es disfrazarse de su, para ellos, enemigo, el partido opositor, fiel reflejo de un espejo que no les debe de gustar. Y darnos además a todos la sensación de que si mienten en eso, para echar balones fuera, pueden también mentir en todo. Como ese amigo que siempre te viene para poner a parir a todos los demás, y ya sabes, que cuando tú no estés, lo mismo hará contigo.

Es conocido, o al menos es una mentira que nos han repetido miles de veces hasta creérnosla, que un hombre solo puede hacer una cosa a un tiempo, y ... EL ... Gobierno Catalán está tan centrado en su independentismo que no tiene tiempo, ni quiere, repartir su atención en otros asuntos.

Termina, al menos desde el punto de vista de este vecino del mundo, uno de los grandes culebrones de este verano, originado tras el atentado yihadista a Las Ramblas; y el mundo se nos hace más y más pequeño al comprobar que estamos en manos de unos Señores a los que, tras el orgasmo del poder por el poder, la responsabilidad les quema.

Quizás todo ésto sea un buen epílogo para reencontrarnos con un Septiembre, que como cada año sufre de mala prensa: regreso a todo lo que se tiene que regresar, comienzo de las sombras tras un mes de luces veraniegas, y esa gran responsabilidad que supone el tener que elegir qué colección de fascículos vamos a comenzar este año.

Por cierto... ¿Para cuándo una colección de fascículos que te enseñe a ser un buen independentista, con banderas y pinturas de todos los colores acompañando a cada unidad semanal, y ese gran regalo final que bien pudiera  ser un pasaporte de la nacionalidad a la que siempre has aspirado?

Siempre conviene acabar con buenas sensaciones, aunque todo se sustente en una gran mentira. Porque ... ¿quién es el guapo que se mete y se somete a las catacumbas de la verdad, y se arriesga a que al remover las bases, todo se le venga encima? ... No sé, no me consta.

*FOTO: DE LA RED