lunes, 16 de noviembre de 2015

UN HIMNO QUE RESISTA


Tengo envidia. Confieso, soy un envidioso elevado al cubo. Y más estos días. Lo de que todos a uno canten la Marsellesa me da mucha envidia. 

Porque nosotros no somos así. Nosotros somos de cantar cada uno lo suyo intentando dejar medio mudo, o sordo, al que está al lado. Y eso dice muchas cosas. Nosotros somos de nosotros, tenemos partido propio y a los demás que les den.

En días tan tristes como los actuales, que la gente intente rehacerse de sus cenizas como el Ave Fénix teniendo un himno al que agarrarse es muy importante; una banda sonora que aúne a la mayoría, y que a los otros les informe, quizás, de que el horno no está para bollos.

Siempre se ha dicho que tal vez el fallo del himno español es que no tiene letra. Y este vecino del mundo cree que todo es, o más complejo, o nada complejo. El himno de España no tiene letra porque por la historia, en el fondo, o en la superficie, no se nos ha puesto en la peineta tener una letra que nos una. Ya las mismas notas hacen a unos  pitar y a otros aplaudir. Quizás, puede ser que todavía nos queden ecos de una época que incluso nosotros ya no hemos vivido, pero que sabemos que nos quisieron imponer, primero una melodía, y luego una letra, la de Pemán, que o eras del régimen, o estabas a régimen.

Suelen decir que el movimiento se demuestra andando, y que el pueblo sabe lo que quiere, o al menos  lo que NO quiere, y personalmente este vecino del mundo hace tiempo que eligió una canción para esos momentos en que o te animas tú, o acompañas a lo que queda del Nautilus en el fondo del mar. Y poco a poco, con el tiempo ha ido observando que a mucha gente le va sirviendo como válvula de escapa de todos los sinsabores. 

Es una especie de claraboya de la que salir triunfante cuando los problemas te absorben, e incluso este año la tomó prestada la Academia de Cine en la entrega de los Goya a modo de Himno en sus reivindicaciones. Es, claro está, el “Resistiré” del “Dúo Dinámico”, y que también forma parte, y final, de "Átame" del Señor Almodóvar, Don Pedro.

Pasó la época de las mil gestas y de un imperio en el que no se pusiera el sol. Ahora, todo lo contrario, hay que luchar para que salga el sol cada día, y darse ánimo uno mismo para seguir hacia adelante, encontrando motivos para seguir en pie.

Este vecino no siente como suya “La Marsellesa”, le gusta mucho, eso sí, aunque siempre le ha parecido muy del pueblo y para el pueblo, francés naturalmente, por su historia y porque ellos se la trabajaron.

De todas maneras, estos días que la ha oído cantar como símbolo de seguir hacia adelante, se le han puesto los pelos como escarpias. Pero, si le dan a elegir, o le preguntan qué le pide el cuerpo en esta época, él lo tiene clarísimo... 

Decir

… Resistiré, erguido frente a todo
Me volveré de hierro para endurecer la piel
Y aunque los vientos de la vida soplen fuerte
Soy como el junco que se dobla,
Pero siempre sigue en pie
Resistiré, para seguir viviendo
Soportaré los golpes y jamás me rendiré
Y aunque los sueños se me rompan en pedazos
Resistiré, resistiré…

puede resumir nuestro estado de ánimo y una especie de presentación de intenciones si nos tocan los pinreles más de lo debido, que no es poco para estos días en que cada uno solo mira por lo suyo.


*FOTO Y VIDEO: DE LA RED.




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