martes, 30 de junio de 2015

MÚSICA PARA UN CONFLICTO




Para dar una pequeña pista del tema de hoy:

Mientras este vecino del mundo escribe este texto, suena de fondo el tema principal de Zorba el Griego, una joya de Mikis Theodarakis.

Y es que llevamos una semana que no se habla de otra cosa que no sea Grecia, y parece que hasta el tiempo ha querido ayudar a recordarlo, y el calor se está acentuando aunque no sea gramaticalmente.

Este vecino del mundo no es ni economista, ni politólogo, pero quizás eso sea bueno para apreciar, con un aire de inocencia, lo que simplemente se ve desde fuera.

A primera vista, pareciera que esto es una novela negra en la que a los polis de tanto dar al griego de turno para que cantara todo lo que se supone debiera saber, se les ha ido la mano y se les ha quedado muerto debajo del foco, simplemente porque el griego no podía decir más de lo que había dicho. Y ahora, claro, tienen que fingir un suicidio aunque esté lleno de heridas  y hematomas, porque siempre es más fácil creer a un policía, por el simple hecho de que se supone que está del lado de la ley.

Visto desde fuera también,  los gerifaltes de la Eurozona se han quedado blancos ante un “paisaje” que no contemplaban, por mucho que lo digan, y es que los griegos pasen por un referéndum, porque siempre es mucho más fácil  controlar una conversación entre dos que entre tres, cuando, y más, este tercero es multitud, y quizás el único que no tiene el futuro asegurado. Y de eso se trata, de un futuro de muchas personas, y no de simples números.

Además la Señora Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, y Doña Angela Merkel, primer ministro de Alemania, con su imagen siempre en colores oscuros, dan “al problema griego” una imagen más de drama en su estricto sentido. Capaces de decir que hay que extirpar un tumor patrio, sea de donde sea, porque ya ha hecho metástasis en la economía, sin el menor parpadeo, mientras, eso sí, ellas viven como tiene que vivir una persona de su estatus...

Por su parte, el Señor Rajoy el tiempo que no está en el cuarto de baño por el apretón que le ha debido de dar desde que se enteró de lo del referéndum, se pasa repitiendo a modo de mantra "Si pierde Tsipras, será bueno para Grecia" cuando en realidad está pensando que es bueno para él, porque en sus momentos íntimos, en los de un Rajoy alejado del mundanal ruido, solo piensa en “Podemos” como una especie de diablo, culpable de todo, incluso sabiendo que por el tiempo en que fue creado, ha sido materialmente imposible hacer tantas cosas mal, ya que entre otras circunstancias, estaban ellos en el poder.

Hace tiempo que acabó "Zorba el Griego" y ahora suena la banda sonora de “Los cañones de Navarone” con un Dimitri Tiomkin en forma. Y, quizás sea el aire exacto de lo que pueda ocurrir en el problema griego, bailar al son de la música que interpretan otros.

*FOTO: DE LA RED

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