sábado, 9 de mayo de 2015

LOST IN TRANSLATION, O LA PELÍCULA QUE NOS CUENTAN



Muchos de los goles que nos han metido a la sociedad española de ahora, vienen motivados por el famoso “en Europa se lleva esto” o “en Europa se lleva lo otro”, y así nos han dejado, que no nos conoce ni la madre que nos parió.

Sin embargo, si hay algo totalmente “spanish way”,  o a la española,  es la noche después a  unas elecciones a lo que sea. En el resto de Europa, gana uno y los demás la palman bien palmada, en España no, en España aparentemente ganan todos. El que gana, porque gana, y los demás porque nos cuentan milongas, milongas que tragamos.

Los británicos acaban de tener unas elecciones, que por cierto, todo tipo de estudios ni se han enterado de por dónde iba a ir la fiesta. Ha habido un partido, no hace falta señalarlo porque todos lo sabemos, que en contra de todas las encuestas ha ganado, y tres que han perdido sonoramente.  Pues en el momento de rendir cuentas a sus votantes, esas tres cabezas visibles han dimitido esa misma noche. En España ese verbo, dimitir, no existe.

Es como el título de aquella película de Sofia Coppola, ”Lost in translation” que viene a ser algo así como “Cosas que se pierden en la traducción”, y en España no solo varía el horario desde el Reino Unido a aquí, sino que en esa hora de diferencia, se pierden muchos usos y costumbres.

En el Reino Unido tienes, por decirlo de alguna manera, tu responsable político de cabecera, al que puedes acceder para mostrar tu malestar o tu pensamiento, en España el mundo de la política y el del ciudadano de a pie son dos mundos paralelos que no se tocan prácticamente nunca. Por eso este vecino está hasta el gorro de esa expresión de  “en Europa es costumbre…” porque siempre que se lanzan este tipo de globos sondas, mi amigo Genaro, en la tasca de la cuadrilla, diría que “date por follao” .

Nadie quiere hacerlo, pero es que Europa manda, Europa quiere. Ahora resulta que Europa es el coco, y nosotros somos Caperucita que nos han puesto “rojos” de tantos palos que nos han dado.

En Europa se lleva “dimitir” y eso no se debe de perder ni en la traducción, ni con la hora de diferencia, ni en nuestro pensamiento.


Ya no nos vale ese famoso “las cosas son así”, porque hasta hace poco las cosas en España eran de una manera, y ahora con el famoso “en Europa es costumbre” ya no nos conoce ni la madre que nos parió. Pero tenemos que luchar para que no se pierdan en la traducción hechos que nos favorecen, o que nos cuenten otra "película", ya que al político de turno no le conviene recordar, como el famoso “dimitir”, que si pudieran, cualquier día lo quitaban del diccionario.

*FOTO: DE LA RED

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