miércoles, 8 de abril de 2015

SOBREVIVIENDO A UN LECTOR INFIEL


No sé si a vosotros os ocurrirá, pero confieso que soy lento a la hora de leer un libro. Y cada vez que paro, porque lo admito, soy inconstante, y retomo el libro, a lo mejor una semana más tarde, tengo la impresión de que he complicado la vida a los personajes implicados, esa misma semana. Que les he dejado parapléjicos perdidos, es un decir, y que si iban en coche, se han quedado quietos sin remisión, con el trasero no en perfectas condiciones, ya se sabe que los tejidos para los asientos al cabo de unas horas son incompatibles con el buen vivir.

La novela de la que os voy a hablar ahora es lo suficientemente buena para haber sobrevivido a los vaivenes de un lector infiel por naturaleza. Sin embargo, a medida que iba pasando la trama, he de confesar que he sufrido los efectos de lo que debe ser una especie de droga dura, y no me he podido desenganchar. El problema será ahora, una vez terminada, siento el abandono de unos personajes, que en mi caso me han acompañado unas cuantas semanas.

“La verdad sobre el caso Harry Quebert”, escrito por un joven suizo de 27 años, Jöel Dicker, no ha pasado desapercibido, ya que recibió el Premio Goncourt des Lycéens, Gran Premio de Novela de la Academia Francesa y Premio Lire a la mejor novela en lengua francesa; y publicado en España en Junio del 2013.

Digamos que este libro no es un thriller al uso, aunque hay cadáveres y un asesino al que colgar unos delitos medio ocultos durante años.

Aposentado su argumento en tres diferentes épocas, 1975, 1998 y 2008, su originalidad estriba  en sus continuos vaivenes en el tiempo. En presentarnos una escena de una manera, y al tiempo que vamos capturando información a la vez que el héroe de esta historia (un escritor, Marcus Goldman, ante el pánico escénico de escribir su segunda novela tras el tremendo éxito de la primera), el significado de lo vivido en esa misma escena cambiará.

Este vecino no quisiera desvelar nada de la trama, para que tengáis la misma sensación que él al ser atrapado por la novela en sí. Decir que es más que un thriller, es una historia de amor oculto, un canto a la amistad, y al mismo tiempo una especie de manual para el escritor en ciernes. 

Tan solo desvelar que la historia de amor que se nos cuenta, con Nola Kellergan, a la que nunca olvidaremos, no es políticamente correcta, y quizás en eso esté uno de los grandes valores de una novela en la que nos involucra a nosotros, y nos hace preguntarnos hasta qué punto formaríamos parte de una historia similar, cuando la realidad es que ya hemos compartido una, hemos ejercido de “voyeur” en la historia contada en la novela.

Una novedad también es que no existen los tópicos de la novela negra, ni bebidas con bourbon, ya que el protagonista  nada tiene que ver con ese mundo, sino que se ve forzado por las circunstancias, y nosotros, los lectores, estamos a la misma altura que él: todo es nuevo para nosotros.

Si tienes algo urgente que hacer en los próximos días, no comiences a leer esta novela, te enganchará y tendrás que inventar mentiras para proseguir con ella; como los personajes del libro.

*FOTO: DE LA RED

No hay comentarios:

Publicar un comentario