sábado, 3 de enero de 2015

UNA VIDA DE PELÍCULA

Al final ya no sabes quién copió a quién, pero ésto del cambio de año, viene a ser como la serie de las películas de Rocky que vas cambiando de película, pero la historia se convierte en histeria, y pasas del Rocky 1 al 6 con una creciente sensación de déjà vu y menos dinero en el bolsillo.
Y en lo que va de año, y como diría mi madre “y lo que te rondaré morena”, las mismas caras y las mismas situaciones. En la tele por ejemplo, muchos programas se puede resumir como “alguien dilapida a alguien”, o bien los tertulianos a un político, o los colaboradores entre ellos, o a un conocido no muy famoso, porque si es muy, muy famoso, y tiene algo de poder, el peloteo va in crescendo. En la política: todos contra Podemos, y Podemos repartiendo casta a todos.
Me he pasado un buen rato,  y no lo encuentro, juro que no lo encuentro, buscando la cadena para tirar de la bomba de este retrete universal.
Por aquello de buscar la paz interior, para luego colaborar en lo poco que se pueda en “la paz de todos” (esto último me ha quedado un poco “vaticano”), me propuse como comienzo de año, lo único que me he propuesto, porque nunca he conseguido llevar una proposición adelante más de dos o tres semanas, iniciarme en el TAI CHI, pero en plan autodidacta, mediante algunos vÍdeos, y a horas muy tempranas, para evitar el espectáculo lamentable a los sufridores familiares. 
Y ahí estoy, una especie de Karate Kid pero en versión casados contra casados, intentando hacer el salto de la grulla en una pequeña barca, pero más mareado y perdido que el original, y sin barca.
No sé si eso será normal pero tengo agujetas hasta en las pestañas. ¡Es curioso! Me duelen músculos que no sabía ni que tenía. Pero, en fin, todo sea por la paz universal.
A mi alrededor, y tras los festejos de fin y comienzo de año, noto muy poca gente, o verdaderamente se pasaron entre comilonas y bebidas varias, o “la cosa” está verdaderamente mal y se mantienen en barbecho,  y tiesos, muy tiesos, hasta que se saquen las siguientes fotos con motivo de los Reyes Magos.
Personalmente, e inicialmente no iba a pedir nada, deseo un poco de la  “chispa de la vida” y no me refiero a la bebida americana, sino a ganas de vivir, porque desde un punto de vista de amante del cine, me está ocurriendo con la vida, lo mismo que me ocurrió cuando vi “Tesis”, la película de Amenabar, muy interesante, y con mucho suspense, pero llegó un momento en que me daba lo mismo quién fuera el asesino, solo quería que terminara ya.
La vida, como es natural, no deseo que se termine, pero sí me gustaría que se convirtiera en un musical para que todos bailáramos, con la rapidez de un Tommy Steele cualquiera, y cantáramos juntos, y no lo que es, una película bélica, en la que cada uno hace la guerra por su cuenta.
Por favor, que paren este tanque que me  bajo.

*FOTO: DE LA RED

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