sábado, 5 de julio de 2014

VODEVIL DE UNA DAMA EN APUROS

En estos días que ya nos estamos empachando otra vez con primer, segundo plato y postre del Señor Urdangarín, de su socio, y de la empresa familiar Aizoon, para arriba y para abajo, solo voy a hacer  un comentario sobre algo que por mucho que vaya pasando el tiempo y que nos hagan comulgar con ruedas de molino, a este vecino no es que le altere, sino que le pone su tensión a tan altas cotas que no hay alpinista de élite que haya coronado una cumbre que le iguale.
En primer lugar hay que dar por sentado que para todo abogado defensor es totalmente lícito emplear cualquier tipo de artimañas para defender a su cliente. Otra cosa es que todo la cúpula del gobierno de turno, y la fiscalía que en otros casos es más quisquillosa que el propio juez en busca de pistas, nos diga que le parece normal que la Infanta Cristina, que de hija de Rey, ha pasado a  hermana de Rey, por ser “solo” la mujer de Urdangarín no tenía por qué saber nada de los “chanchullos” de su marido, y es que esa afirmación nos puede retrotraer a la figura de esposa de los años cuarenta, cuando la mujer era un mueble del matrimonio, y el esposo era el que en realidad pinchaba y cortaba.
Esa afirmación tiene el perfume caducado de una derecha que hasta se debería de sonrojar por una afirmación tan retrograda. 
Toda una mujer, con su carrera y su canesú, trabajando además, para más inri en una entidad bancaria, la Caixa, y con nombre y firma en la empresa investigada, ahora denominada  “de su marido”, quieren que nos creamos que ¿no se enteraba de nada?
En primer lugar si eso fuera verdad, no queda como muy despierta y fiable a los ojos de los “jefazos”  para quien se supone que trabaja, porque timarle durante años y no darse ni cuenta…
Personalmente, La Nuri, mi sufrida, no tiene estudios contables, ni lleva ardua vigilancia de la gestión familiar, y eso sí al igual que la Infanta, está muy, muy enamorada, pero estoy seguro que si este vecino se gastara más de lo que se supone que gana, en dos días, solo necesitaría dos días, para ser sometido a un juicio sumarísimo y a un despliegue de preguntas, que lo de Colombo investigando y haciendo la última pregunta, esa con la que siempre pillaba al malo de turno, quedaría en un juego de niños.
Este vecino no comprende como ese tipo de entidades que velan por todo en España y todos los colectivos feministas, no se ha echado las manos a la cabeza porque con la descripción que se hace de la supuesta actuación de la Infanta, no es que quede como simple mujer objeto, sino como “no oye, no piensa, no se entera”, y además no debe de saber lo que cuestan las cosas, y en eso se incluye el Palacete de Pedralbes, porque si uno gana “cuarenta” no se puede gastar por valor de “cuatro mil”.
El problema de que haya muchos listos con un discurso que no se sostiene a no ser por la repetición en todas las fuentes de comunicación, es que para que haya un “listo”, tiene que haber un “tonto”, y este  vecino no está dispuesto a declararse como tal para que se salve aunque sea una dama, que aparte de la buena educación, en cierta manera sería un tanto machista por aquello de hacer diferencias en la "igualdad" de sexos.
En este país hemos visto últimamente que cuando en la resolución de un juicio se declara un “NO CULPABLE”, se vende por el involucrado y la gente allegada como un “INOCENTE”, y no es lo mismo.
Como dice aquella canción del mejor Serrat “harto de estar harto, ya me cansé” y cuando una obra de teatro es mala, se pita y se patalea hasta que se quite de la cartelera. Veremos este mal vodevil  de una dama en apuros cuánto dura en cartel. Porque puestos a "contarnos cuentos" también se puede decir que los enanitos de Blancanieves al desfilar cantando decían: "Aizoon, Aizoon, a Suiza a descansar..."

*FOTO: DE LA RED


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