martes, 5 de febrero de 2013

COLATE Y SU TALÓN


Cuando era pequeño este vecino del mundo tenía dos amigos que eran gemelos y se estaban todo el día peleando, pero si tu tomabas partido por uno de los dos, ellos se juntaban e iban a por ti.
La misma sensación he tenido al ver unas imágenes lamentables de Nicolás Vallejo-Nájera, más conocido por Colate, y Paulina Rubio en la Corte de Miami, en las que la cantante mexicana con aires de no haber pasado una buena noche, increpaba a su todavía marido por supuestamente no llevar una actitud correcta como padre.
Colate, con esos aires de escuchimizado y de pasar frío incluso en un clima como el de Miami, me cae bien. Aunque sé que lo que voy a decir es una pura contradicción en sí mismo, es la mejor manera de definir a Colate, al menos visto como mero espectador. Colate tiene un clarísimo perfil de caradura honrado, que te puede sisar en el dinero de la compra pero que no va a tener, como otros, veintidos millones de euros en Suiza.
Ellos en realidad no están luchando por la custodia de su hijo, es mucho más que todo eso porque Colate no le reclama el cincuenta por ciento de todo, sino la mitad de los negocios que supuestamente llevaban entre ambos, y ella ahora quiere demostrar que Colate es ligero de cascos para que esa mala imagen le ayude en el otro asunto.
Si esta pareja fueran amigos o conocidos nuestros, al hablar de ellos diríamos que cuando se iban a casar, ellos sabían muy bien como era el uno y el otro. Supuestamente se juntaban el hambre con las ganas de comer. Dicho ésto, que los periodistas lo saben pero que no lo van a decir nunca porque siempre serán amigos de uno o de otro, ahora la Señora Paulina Rubio quiere presentar una imagen inocente caída de un guindo, e intentar ahorrarse una pasta gansa. Si el caso fuera al revés, hombre cantante, que se casó con una chica, como se suele decir vulgarmente con una mano delante y la otra detrás, se diría que durante el tiempo que estuvieron juntos se dedicó a él en cuerpo y alma, y le correspondería al separarse lo que los jueces estipulen.
Sin embargo, a Colate la parte interesada intenta darle una imagen, que en el argot de leyes sería de “pasante”, de pasante de todo, y eso no es así porque él era su mano derecha en todas sus giras, y su paño de lágrimas dentro y fuera del escenario.
Tenemos que tener todos, y todas, presente, que si queremos igualdad de derechos, tiene que ser para todo, y en este caso la que traía el pan a casa era ella, y durante el tiempo que vivieron juntos, antes y después de casados, fue así.
Una de las razones para los corridos típicos mexicanos es el despecho, y supuestamente entre ambos, él fue el que dio por terminada la relación, y la rubia cantante mexicana, como en los culebrones interpretados por su madre, Susana Dosamantes, no se lo va a perdonar nunca, aunque delante de la opinión pública ponga otras escusas. Y un hijo, especialmente si es pequeño, es el talón, y nunca mejor dicho, de Aquiles de todo padre.

*FOTO: DE LA RED

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