martes, 12 de febrero de 2013

DE SU CAPA UN SAYO


Ayer la mayoría de los periódicos publicaban una foto en la que se ve a Shakira con su hijo de menos de un mes haciendo su primera aparición en un Nou Camp abarrotado. Este vecino del mundo si hubiera sido el padre de la criatura no hubiera querido, y hubiera aconsejado a su pareja en tal sentido, para que su hijo tan pequeño, por mucho que sea su primer hijo y le haga ilusión, visite un recinto de tal magnitud y repleto de público.
La verdad que este hecho como todo es opinable, y allá los padres con su decisión.
Este vecino, sin embargo, quiere aprovechar este ejemplo para señalar que mientras las familias digamos que “normales” siempre tienen una especie de espada de Damocles en la que tienen que respetar todas las etapas de sus hijos, y seguir la misma senda con relación a una educación denominada como normal, por miedo a que en cualquier momento sino lo hacen de acuerdo a las reglas comunes, el estado les pudiera quitar la tutela, por el contrario hay gente que por ser famosa, y forrada de dinero, hace de su capa un sayo, y toma determinaciones que, incluso los medios de comunicación son los primeros en tragar y no se llevan las manos a la cabeza.
A este vecino se le ocurren varios casos. El primero de todos la supuesta educación que estaba dando a sus hijos el difunto Mickel Jackson. 
Todos recordaremos esas escenas en las que llevaba a sus hijos tapados para que nadie los viera, y tenerlos aislados. Pese a que ésto ya fue muy comentado por los mismos medios de comunicación, en ningún momento se dijo al menos, que el estado en el que vivían se hubiera planteado investigar si esa educación era buena o perjudicial para unos seres que aunque ya son famosos por el mero hecho de haber nacido, siguen siendo unos niños, y están indefensos de unas decisiones que por mucho que su progenitor fuera una estrella, no por ello pueda confundirse o realizar actos más que cuestionables con respecto a la educación de sus hijos. 
Mickel Jackson y sus hermanos sufrieron en sus mismas carnes, una infancia, por decirlo de alguna manera, de mayores en la que primaba el negocio a la educación, y precisamente de una infancia no vivida luego emanaron los demás problemas del cantante.
Otro caso y aquí no voy a mencionar el nombre, pero está en la mente de todos, porque estos días se le ha podido ver delante de un juez intentando desacreditar a su todavía marido, ya que cuando el hijo de ambos está con él, no sigue con el niño la dieta macrobiotica que ella misma ha decidido que el niño tiene que tener. Nadie pone en entredicho la decisión de ella, por el mero hecho de que es la madre y muy famosa, pero lo normal es que a un niño tan pequeño, de unos dos años, se le vaya enseñando a comer de todo, que en realidad es lo que en este caso opina el mismo padre.
Y ya para terminar, quiero mencionar el caso de una supefamosa que ya bastante mayor decidió que en vez de nietas, que hubiera sido por su edad lo normal, tener dos hijas mediante vientre de alquiler, que están siendo criadas aisladas, al menos para el común de los mortales, por mucho que donde estén las cuiden entre algodones.
Quizás todo lo anterior no sea políticamente correcto el haberlo mencionado, sin embargo, la sabiduría popular siempre ha dicho que lo que no puede ser, no puede ser, y además es imposible. Y por mucho dinero o poder que se tenga, en la mayoría de las ocasiones van unidos, uno puede ser muy egoísta en sus actos, y consiguientemente educar mal a sus hijos, aunque en el fondo no lo quiera, porque hay veces en que la línea entre la libertad y el egoísmo se entremezclan.

*FOTO: DE LA RED

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