viernes, 18 de enero de 2013

EL HILO DE DOÑA SORAYA


Muchas veces han preguntado a este vecino del mundo el método que emplea para escribir un artículo, y es tan simple como sentarse, relajarse e intentar que aquello que se agita interiormente salga a la superficie. Una especie de psicólogo de ti mismo, en el que te ves tumbado y comienzas a decir lo que te preocupa, o aquello que en cierta manera no te ha dejado indiferente.
Hay días que llevas temas preparados y otras veces uno era el propósito, y otro lo que en realidad sale de dentro.
A Picasso se le atribuye la frase “si vienen las musas que te pillen trabajando”, y este vecino está totalmente de acuerdo con el artista malagueño. La actitud mental sería muy parecida a agacharse para comenzar a recoger hilos que vas encontrando, y algunas veces el citado hilo te lleva al ovillo, y otras el hilo solo era eso, un trozo de hilo que no llevaba a ninguna parte.
En el día de hoy me persigue desde que me he levantado la imagen de Soraya Sáenz de Santamaría, esa mezcla de fragilidad y de no haber pasado bien la noche, y consiguientemente estar de “mala milk”. Y la verdad es que esa imagen me da mucho miedo, porque se podría intuir una doble personalidad, con una parte que hace el mal, y otra que se arrepiente y va pidiendo clemencia por las esquinas.
En época de entrega de premios a las mejores actuaciones, la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría se descuelga, en la presentación del Fondo Social de Vivienda, con un monólogo en el que busca la lágrima, incluso la suya, que dicho sea de paso no llegó al menos durante la escena a toma única urdida como en los mejores tiempos del NO-DO.
Está clara que Doña Soraya es una actriz del método..., del método para hacernos todo tipo de cortes y recortes, y a la vez intentar que le comprendamos.
Si en realidad lloraba por aquello de que “cuando veas las barbas del vecino cortar...”, hay que confortarla diciendo que debe de tranquilizarse, ya que a ella seguro que eso nunca le va a pasar, porque en el utópico caso que le fuera todo mal, la gente de su partido ha dado grandes muestras, especialmente en el caso de Ángel Carromero, para darse prisa en utilizar todos “nuestros” recursos a ayudar al compañero en apuros.
Por cierto, es curioso el detalle de ser requisito indispensable el tener un niño de tres años para poder optar a un piso del Fondo Social de Vivienda, porque de esta manera se promociona el aumento de la natalidad, y se asegura casi totalmente que las parejas homosexuales no puedan optar a ellos, porque si han sido desahuciados de un piso por falta de recursos, difícilmente habrán podido gastarse ese dinero que no tienen en tener familia.
Hay mañanas en que no hace falta ni agacharse para recoger el hilo del suelo, pues te echan el ovillo directamente al ojo.

2 comentarios:

  1. Apreciado patxipe (lo digo por sus letras),
    Cuando se habla de política conviene no agacharse mucho, ni para recoger hilos.
    Es una postura que da ideas ...
    Juan Manuel.

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  2. JUAN MANUEL
    La verdad es que tiene usted razón y uno no se puede fiar ni del ángel de la guarda.

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