martes, 20 de noviembre de 2012

EL EDÉN DE NUESTROS SUEÑOS



No siempre es verdad eso de que cuando algo va mal, ya no puede ir peor.
En esta época en que la frase más comentada es “...con la que está cayendo”, aparte de la crisis que estamos sufriendo la mayoría de los españoles, se puede además, para redondear, “estar en crisis”: la de los treinta, la de los cuarenta, la de los cincuenta...En ésta me bajo; es la estación de este vecino del mundo.
Lo bueno es que uno ya está curtido en crisis, y más que deprimirse, se ríe.
Es la época de estar de vuelta de todo, y de algo muy importante sexualmente hablando, cuando compruebas en tus mismas carnes, masculinas en este caso, si has tenido suerte, y no lo has comprobado antes, que “todo lo que sube, baja”, una especie de bumerán sexual, en el que te vas dando cuenta de que cada vez es más difícil lanzarlo para que vuelva, porque cada vez vuelve más rápido, incluso algunas veces antes de irse.
Te van invadiendo muchas sensaciones que antes no habías tenido. Más de una vez te puedes sorprender a ti mismo mirando a esas furgonetas de transporte rápido, y piensas que cualquier día te van a llevar a tí en una de esas..., por paquete.
Pasas de ser el protagonista de cualquier aventura, a padre del aventurero. Y...tú, siempre has querido ser Indiana Jones, y no el padre de Indiana Jones, por muy atractivo que nos presentaran al Sean Connery de turno.
Si en algún momento fuiste un Casanova, ahora te tocará contar batallitas de entonces, y si tomaste cien, contarás que mil. Y si fuiste lo que ahora se denomina como “pagafantas”, pues es triste pero no tienes ni para contarlo.
Además, para colmo de males, en una época como la actual, en que se inventan nombres para denominar todo, pronto, algún jovenzuelo, o quizás en algún medio de comunicación (porque la lotería no te va a tocar, pero que no puedas pasar inadvertido cuando quieres, sí), cualquier día sale tu imagen en alguna manifestación de lo que sea, y el locutor de turno te denomina “yayoflauta”.
Y, ya para terminar, antes, cuando todo lo veías negro, y para animarte pensando que podías tener un golpe de suerte, siempre te quedaba la opción de pensar que cualquier día de éstos te iba a tocar la lotería, aunque no jugases. Ahora en cambio, nos han quitado hasta eso, porque a partir de Enero vas a tener que dar al estado el veinte por ciento de tu premio de la lotería, si es mayor de 2.500 euros.
En el fondo sabes que no te va a tocar nunca, pero con esa ley del veinte por ciento, ya nos han jodido hasta la última ilusión, porque nos han estropeado hasta el Edén de nuestros sueños.

*FOTO: DE LA RED



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