miércoles, 21 de noviembre de 2012

EL CHATÍN Y LA MALA EDUCACIÓN



Si de algo no puede ser sospechoso este vecino del mundo es de tener sentido del humor.  Sin embargo, en declaraciones como  las realizadas por el actor Arturo Fernandez, en las que se mete con la supuesta fealdad  de la gente que sale en las manifestaciones, no le ve el humor por ningún lado. Incluso es más, quien critica se expone a ser criticado.
La verdad es que no es plato de buen  gusto hablar de la gente mayor, y el Señor Arturo Fernandez es muy mayor, y hasta ahora merecía el respeto de este vecino que además ha ido a más de una de sus producciones.
En primer lugar solo a una persona mayor se le dice, como le dicen a él, lo bien que se conserva, y es mejor respetar el diseño físico de la naturaleza, que llegar a parecer oriental, de lo que uno presuntamente se ha podido estirar la piel. Y en estas declaraciones realizadas a una cadena muy, muy diestra, recuerda al Marlon Brando, con muchos más años, por supuesto,  de “La casa de té de la luna de agosto”.
Un actor siempre debería de cuidar muy mucho sus líneas de expresión en la cara, a no ser que en sus actuaciones pueda cuidar más la calidad de sus trajes, e incluso elija a sus compañeras de reparto más por su belleza que por la calidad de su intepretación.
Si el Señor Arturo Fernandez se quiere rodear de gente guapa, quizás debería trasladarse a vivir a Los Angeles, a Los Angeles de San Rafael no, a Los Angeles en Estados  Unidos, lugar en el que siempre se ha dicho que están los más guapos camareros y dependientes de las tiendas, porque todos aspiran a ser actor. Sin embargo, este vecino teme que si el Señor Arturo Fernandez así lo hiciera, iba a recordar al Cugat de la última época rodeado de mujeres bellas que podrían ser sus nietas.
En la realidad, no se realizan “castings”, y hay gente fea y hay gente guapa,  y la primera, la fea, no tiene por qué ser mala, cosa que solo ocurre en  el cine.
Hace ya muchos años que usted interpretó una serie de televisión de mucho éxito, y no ha querido desprenderse de la personalidad  de aquel personaje, y por eso sigue inundando sus declaraciones de “chatines”, cuando en realidad llamar “chatín” a alguien, no deja de ser un gesto de mala educación.
Señor Fernandez, Don Arturo, siempre es bueno bajarse del escenario de vez en cuando, para mirar a la cara a la gente que le rodea, y no siempre verla desde arriba, y puede que descubra, además, que hay más problemas en la vida real que los que aparecen en las obras que  usted interpreta.

*FOTO Y VIDEO: DE LA RED

2 comentarios:

  1. Bueno, a veces todos decimos gilipolleces. Pero este hombre, además de decirlas, parece que se las cree, así que habrá que cambiarle la etiqueta de "Eterno galán" por la de "eterno gilipollas". En fin.

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  2. Llega un momento en que con tal de hacerse publicidad,no les importa decir tonterías, porque lo que quieren es que se hable de ellos. Además ellos nunca dicen tonterías dicen "boutades", y siempre quedan divinos.

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