lunes, 8 de octubre de 2012

FRIQUI SÍ, PERO HOMOLOGADO

Aprovechando el sol de ayer que daba de pleno sobre mi atalaya, me dediqué a desempolvar mi archivo de frases en desuso, y encontré una que los jóvenes de ahora, a lo mejor ni la entiendan: Lo importante es participar.
Este vecino del mundo recuerda desde pequeño que no le educaban para ser el mejor, sino para intentar estar en el mogollón, que diría un “cheli” de los setenta.
Pensándolo bien, quizás esta manera de pensar estaba influenciada por el aislamiento que sufríamos en Europa a consecuencia del inquilino de El Pardo, y en nuestro subconsciente bastante era que nos dejaran jugar en la guardería europea, lo de ser propietarios de la guardería, solo podía pasar por una mente alemana.
Desde hace un tiempo, y coincidiendo con los éxitos deportivos, en especial con la famosa “La roja”, que siempre he considerado como un eufemismo para no decir “la selección española”, todos quieren ganar.
Ahora recuerdo cuando comencé este blog, los compañeros me preguntaban qué ganaba con hacerlo. La gente en general, ya no comprende el acto de hacer algo por hacerlo, sin un por qué y hasta dónde puedes llegar.
Antes eras simpatizante del club de fútbol de tu pueblo y del de tu provincia. Ahora la juventud es simpatizante o del Madrid o del Barcelona, porque los demás son unos “mataos”, y piensan en esos equipos porque pueden ser los mejores del mundo.
Quizás por eso, los mismos títulos universitarios están devaluados por el mismo fin que persiguen, la carrera de un médico termina, y espero que se me entienda bien, o trabajando en un hospital o en su consulta privada.
La gente ya busca inconscientemente el trascender, el que le conozcan todos, de aquí se puede entender la importancia en nuestras días de los concursos televisivos, y no precisamente de los culturales, sino de aquellos que te pueden hacer famoso, al menos durante cinco minutos.
No importa que destaques por feo o por tonto, pero el requisito indispensable, es que tienes que ser el más.
Hay personas a las que ésto de no poder destacar les llena de frustraciones, comportándose de manera muy extraña. Sin embargo, en lugar de analizar este comportamiento, se ha solucionado el tema creando un nombre para ellos: “friqui”, y al estar homologados, eso ya no preocupa.
Si en su momento existió “lo importante es participar”, ahora somos todos hijos de “antes muerta que sencilla”.

*FOTO: DE LA RED

No hay comentarios:

Publicar un comentario