sábado, 28 de julio de 2012

ENTRE ACTORES, DOBLES Y UNO MISMO

Esta noche como no podía dormir me la he pasado contando países desfilando durante la inauguración de los Juegos Olimpicos, pero cuando ya estaba contactando con Morfeo, la voz de María Escario en pleno éxtasis me despertaba diciendo que otro país más con una mujer como abanderada.
No llegaremos a una normalidad en cuanto a igualdad de sexos, entre otros pequeños detalles, mientras estemos repitiendo machaconamente, una mujer aquí, o una mujer allí; lo mismo que un hombre aquí o allá.
Encontrar mujeres en todos los puestos, en todos los sitios debería ser lo normal, aunque todavía no lo sea, y eso lo dice este vecino del mundo, que se pasó toda su niñez siendo recordado de que “abanderado”, lo mismo que “soberano”, era cosa de hombres.
Los británicos para eso del showbusiness son únicos, y lo han demostrado una vez más, aunque quizás más que una ceremonia de apertura parecía que era una comedia musical, lo cual tampoco me parece mal.
Quizás el único “pero” que se le puede poner es que había escenas grabadas con anterioridad, y con el tiempo se podría llegar a abusar de ello, quitando quizás frescura y espontaneidad a la ceremonia.
Muchas veces hablar sobre uno mismo puede ser un ejercicio peligroso, ya que se puede convertir en una oda a mi abuela porque me quiere mucho. sin embargo, los organizadores de la apertura ya sabían de antemano los aspectos que querían ensalzar del alma del británico, y entre ellos estaba el amor a la literatura, especialmente al teatro, y a la música desde tiempos inmemorables, sin olvidar las guerras que tuvieron que sufrir y la cantidad de héroes anónimos que ellos siempre se encargan de recordar, y que en la misma ceremonia han sido vitales para su consecución.
Creo que no ha habido ninguna toma de primeros planos durante la acción dramática de la trama, en la que esos héroes anónimos hayan mirado a la cámara en una señal de auto-homenaje a la posteridad. Cada uno estaba bien metido en su papel por muy humilde que éste fuera.
Siempre he pensado, y lo digo en el buen sentido, que dentro de todo británico hay un actor, y es el primer país, al menos en la opinión de este vecino, en el que ser actor es una profesión, como ser dentista, ebanista, o arquitecto, y no el equivalente a tener una vida propensa a la vanidad.
Ahora me estoy enterando, por los informativos de la radio, de que en el sketch de James Bond con la reina, la reina era un doble.
La verdad es que este vecino del mundo, incauto él, pensó durante la transmisión, que su Majestad por una vez había demostrado su sentido del humor y, teniendo en cuenta el fin para el que era, ella misma había accedido a hacer la escena.
Lo triste de este caso es que, si desde mi atalaya me dicen que durante la ceremonia de apertura hay un doble, sin ninguna duda hubiera jurado que era Paul McCartney. Algo le pasó ayer, aparte de los años, que lo hizo muy mal, y si uno hace mal de sí mismo, algo pasa.

*FOTO: DE LA RED

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