sábado, 24 de marzo de 2012

A PARTIR DE HOY

A partir de hoy muchas cosas van a cambiar... Y es verdad, porque en realidad es la consagración de la primavera, y comparto desde la más profunda humildad, la misma frase que utilizó el Señor Stravinsky para una de sus grandes obras.
Lleva varios días entre nosotros, la primavera, pero apenas se ha dejado ver detrás de esos tímidos rayos de sol. Sin embargo esta noche, con el cambio horario, el imperio de las sombras va a dar paso al esplendor del color, de las flores, de la vida. Además, como aquel que no puede esperar en su noche de bodas, roba parte del tiempo, de nuestro tiempo, para besarnos con sus fuerzas renovadas de cada año.
La luz da alegría al alma, vida a los sueños y esconde las vergüenzas del mal que hay en nuestro interior en el armario del olvido.
Pasamos del Carmina Burana al Aleluya de Haendel en el mismo suspiro, en el último frío suspiro.
A partir de ahora atrás han de quedar los colores fríos, los sentimientos fríos, para albergar el destello de nuevas ilusiones, de cosas por hacer, de libros por leer, de sueños por descubrir. Donde el “nosotros” primará sobre el “yo”, donde el “seguro” ocultará al “quizás”.
A partir de hoy muchas cosas van a cambiar. Los abrigos de invierno darán paso a las sugerencias de la primavera, a las promesas de algún día pero pronto, olvidando los quizás que ocultan un nunca.
Quien trabaje esta noche, podrá hacerlo más intensamente con la alegría de lo sabido, en el “menos tiempo” estipulado.
Nuestra capacidad de aguante será trucada, para pasar del “casi lleno”, al “nunca he sido defraudado”, del “esto se hunde”, al “casi se hundía”. No es por ellos, es por nosotros. Porque a nadie le tiene que amargar un dulce, y qué mejor bombón que la primavera. Pastel con sabor casero, con la abuela luciendo moreno de horno, con manos quemadas sobre dulce en su punto.
Y es que este nuevo tiempo que se nos presenta, tiene banda sonora de niño recién nacido, de olor a pólvora de fiestas, de un primer amor al que no le diste su importancia hasta pasados muchos años.
No engaño a nadie, ni quiero, al decir que a partir de hoy las cosas van a cambiar.

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED

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