martes, 20 de diciembre de 2011

UN TREN QUE SE VA

 
- Y después de tantos años tienes la desfachatez de aparecer así, sin llamar. Te acompañé a aquella estación para lo que se suponía era un breve viaje. Me besaste no como si fuera la última vez, sino como si hubiera un mañana. Y sin saberlo, aquel tren se llevó mi último beso. No me diste ni tiempo para hacerme a la idea, y durante muchos años no hubo nadie más, ni risas, ni ilusiones. Buscaba un por qué y no lo encontré. Repasé mi vida contigo y no encontré pistas para dar sentido a lo que había ocurrido.. Y ahora te presentas con la misma ropa y esa misma sonrisa.
Hubiera pensado que has hecho un pacto con el diablo, si no supiera que el diablo eres tu. Estás igual que entonces, y yo sin embargo solo soy una sombra de un cuerpo que se fue.
Te parecerá bonito que después de tantos años sin saber nada de ti, apareces ahora y querrás que todo vuelva a ser, y ya no es posible.
Atrás quedaron aquellos años en los que nos juramos amor para siempre. Pero yo nunca me imaginé que lo eterno tenía fecha de caducidad.
Ahora no tengo miedo, no te tengo miedo porque se que ya no me vas a hablar y no me vas a poder convencer.
Las imágenes del pasado, como las fotos, se vuelven amarillas, de un amarillo nicotina, de un amarillo enfermizo.
Lo tuyo era cambiar los hechos mediante palabras, no era la verdad lo importante, sino lo que parecía verdad, y tenías explicaciones para todos los gustos y colores.
Explicaciones rosas para los días de amor, explicaciones blancas para días sin recuerdo, y explicaciones de cualquier color para cualquier momento.
Ahora sabes que no me vas a poder convencer porque ya no puedes hablar. No te faltarán palabras, nunca te faltaron, pero ya no te servirá para nada.
Pasaron muchos años, y aprendí a vivir sin tí, sin nadie a mi lado
No me vas a poder acariciar como solo tu sabías hacerlo, porque conociéndote, no te he pintado brazos para que no me puedas atraer hacia ti. Solo me puedes mirar, sin tocarme, sin hablarme. Y ese será tu castigo, porque debes de saber que ahora puede haber un día en el que sea yo quien se canse, y entonces no te servirán las palabras, porque te borraré del lienzo, ya que nunca pude hacerlo de mi recuerdo.

*FOTO: DE LA RED

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