miércoles, 23 de noviembre de 2011

UN FINAL SIN ESCRIBIR

Mientras otros comenzaron su carrera hacia el triunfo en un garaje repleto de cacharros en unos lejanos estados, que están todos juntos; lo nuestro, lo de este vecino y la Nuri, comenzó ayer en Bilbao en una visita al Corte Británico.
Nuestro propósito era ayudar a los reyes magos en la búsqueda de los regalos perfectos para nuestros sobrinos pequeños, pues es mejor hacer estos movimientos de aproximación con suficiente tiempo de antelación, ya que a última hora sus majestades no están para sugerencias.
Al entrar por la puerta principal, y a escasos diez metros de adentrarnos en la tentación, veo a La Nuri que había descubierto una gran alfombra roja desplegada en toda su longitud, no se sabía de donde venía ni a dónde conducía, lo cual hacia todo más sugerente. Sin dudarlo un segundo, La Nuri pisó la alfombra con la seguridad del triunfo conseguido, y con aires de una gran estrella comenzó a desfilar saludando con grandes aspavientos y una tremenda distinción en su rostro. Al ver lo que ocurría me dejé llevar, y al cabo de tan solo unos metros, fui poseído por una gran felicidad y plenitud como nunca antes había sentido. No veíamos lo que ocurría fuera de la alfombra, pero encima de ella el sentimiento era de haber conseguido todos nuestros planes y que todas nuestras preocupaciones se habían desvanecido, mientras creíamos sentir el poder del triunfo. No llegó a un minuto nuestro paseo por la alfombra roja, pero la sensación fue algo así como el padre de todos los orgasmos. Ni vimos juguetes, ni más opciones de regalos, nos fuimos para casa sin hablarnos, sin mirar a nadie, y con la sensación de no estar allí.
Desde ese momento estamos diseñando lo que va a ser el negocio del siglo.
Con todo lo que está pasando el sufridor de la calle, nosotros hemos encontrado no el secreto, sino al unicornio, un unicornio hecho de tela roja.
Lo mismo que hace no mucho tiempo unos americanos vendieron bajo la marca Pardillo Balance, una simple pulsera de silicona, a la que adjudicaron presuntos poderes de mejora de fuerza, flexibilidad y equilibrio, y aunque en algunos sitios, como en su país ya han perdido una gran demanda, el mundo es amplio y hay otros lugares donde la gente está ansiosa de milagros y de otros productos parecidos.
En España, por ejemplo, ya hay una ley para evitar este tipo de negocios, pero como la tienen que aplicar las diferentes autonomías, solo una de ellas, la andaluza, lo ha hecho hasta el momento, porque este asunto les va a dar poco dinero, y es lo que están buscando hasta debajo de las piedras.
Pensandolo bien, siempre se han utilizado este tipo de negocios, quizás revestidos bajo el manto de la fe, y con la venta de todo tipo de artículos, presuntamente bendecidos, o incluso de reliquias, y que si se pone lo vendido todo junto, la reliquia tiene una altura, como mínimo, de cinco metros.
La gente quiere olvidarse de las desgracias, y ser feliz por unos instantes, y nosotros hemos encontrado un producto sin contraindicaciones, aunque eso sí, puede crear adicción, ...y mucha. 
Ayer fue el comienzo, el final aun no está escrito. 

*DIBUJO: DE LA RED
 

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