sábado, 29 de octubre de 2011

ESPAÑOLES EN MÉXICO

Al igual que hace dos días me hacía eco de un negocio español en México y no salía muy bien parado desde mi punto de vista, hoy quiero referirme a otra empresa, EXCURSIONES RIVIERA MAYA (http://www.excursionesrivieramaya.es/), donde dos españoles Raul Simancas, y su socio Paco, intentan labrarse un futuro.
A través de las experiencias de otros viajeros españoles relatadas por internet, conocimos esta empresa que como su propio nombre indica, ofrece excursiones por esa zona.
Llevan muy poco tiempo, y quizás con una cierta inexperiencia, inevitable por razones obvias, que la suplen con creces con las ganas de trabajar y de atender al público.
Tampoco es fácil luchar contra un cierto monopolio ejercido por las touroperadoras, que lo primero que intentan al recibimiento de los turistas en los diversos hoteles es meter miedo. Les hacen ver que toda la gente que les rodea quiere aprovecharse de ellos, y sólo su agencia, en ese caso Pullmantur, quiere ayudarlos y por eso deben comprarles las excursiones sólo a ellos.
Poco a poco, y mediante la debida información, la gente se está liberando de ese yugo, y comienza a ejercer su derecho a elegir.
Nosotros sólo hicimos dos excursiones y se las confiamos a ellos. Puedo decir que tanto mi esposa, como este vecino del mundo, creen que fueron la mejor elección que pudieron hacer.
La relación con estas dos personas no es la de un clásico vendedor y sus clientes, sino la de dos amigos que te están esperando en una tierra que con una mala elección se puede tornar bastante complicada. No hay que olvidar que en esa zona de México la selva prácticamente cohabita con el turista, siendo una especie de telón de fondo a todas las posibles aventuras que quizás pudieran ocurrir.
En primer lugar, en su agencia las excursiones son muy tempranas, con el fin de que el día sea más largo, y sobre todo para intentar llegar a los objetivos turísticos, lo más temprano posible, pues más tarde las hordas de los diferentes países lo invaden todo.
Mi impresión es que se desviven por tí, y además como son grupos pequeños, normalmente no más de doce personas, se establecen unos lazos diferentes a otras excursiones. ¡Ojo! Puede haber gente a la que este tipo de trato no le guste, y está en su derecho.
Los dos socios son los que normalmente van en cabeza de los grupos con un guía con el título en vigor.
Tienen la buena costumbre además, de cobrarte cuando prácticamente te están dejando ya en el hotel, sanos, salvos y con una sonrisa en los labios.
Es tal el clima que se crea con ellos, que yo les tuve que recordar por dos veces que todavía no había pagado, pues tenía la sensación de que se podían olvidar de cobrar. Con lo cual el sentimiento que te queda es que no lo hacen por dinero, aunque está claro que no son la Madre Teresa de Calcuta, y que fueron hasta México para trabajar duro, y de eso no hay ninguna duda.
Amigos, esperamos volver a veros pronto.

*FOTO: BEGOÑA S.M.

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