martes, 28 de junio de 2011

SENCILLAMENTE ELEGANTE


Este fin de semana la Nuri y yo hemos ido al cine a ver Medianoche en París, hasta ahora la última película de Mr Woody Allen, aunque quizás perfectamente pudiera ser ya la penúltima, pues lleva un ritmo trepidante en su filmografía.
Con las películas de este actor/guionista/director....y todo lo que se proponga, hay que tener mucho cuidado pues yo creo que las emplea a modo de psicoanalisis, y depende en que etapa personal esté te puede interesar más o menos, pero nunca te dejará indiferente.
Si lo mismo que se puede donar sangre se pudiera donar talento, Mr Allen podría dar a aquellos que adolecen de éste, que emplean la forma para disimular el fondo, e intentan muchas veces hacer un catalogo, más que un alarde de trucos digitales, y al final te presentan una película sin alma.
Esta película es sencilla, pero no simple, romántica, pero no empalagosa, suave pero con contenido, presentándonos un París que todos conocemos aunque nunca hayamos estado.
En realidad son dos historias en épocas diferentes, y el cambio entre ellas Woody lo hace de la manera más sencilla y natural posible, cosa que a otros directores les hubiera podido costar en alardes digitales una millonada.
Tras años y años de contar historias Mr. Allen sabe lo que quiere contar y lo hace empleando el menor tiempo y dinero posible y de la manera más facil, aunque nunca se eche en falta ni más gente, ni más decorado, ni un compositor de banda sonora, pues siempre elige música de los años veinte o treinta principalmente.
En esta película la labor de casting es un veinte sobre diez. Hay personajes históricos que están también logrados que con muy pocas palabras ya los descubres.
A Adrian Brody, siempre le he considerado un muy buen actor, aunque siempre me da la sensación de estar a falta de una sopita caliente, su breve papel es de lo mejorcito, y te quedas con ganas de encontrarle en otra película siguiendo con su personaje. Está sembrado. En un teatro, al terminar su actuación, se hubiera llevado el aplauso de toda la sala.
Estoy seguro que la mayoría de los actores, casi siempre figuras con un amplio historial, trabajarían practicamente gratis en sus películas, y siempre dando el mil por cien en sus historias. No quiero destripar el argumento para que la gente la vea, que seguro que la va a disfrutar. El gobierno francés tranquilamente podría utilizar está película además como elemento turístico fantástico.
Además Wody se permite el lujo de terminar la película como previsiblemente todos esperan, pues los cuentos tienen eso, que tienen que terminar bien.
Siempre confío en las sabias palabras de mi jefa, la Nuri, que esta vez me dijo: Qué pena que se haya terminado..., con lo a gusto que estaba. Esa frase si la traduces en términos de crítica cinematográfica sería algo así como: Ésta sin duda es la pequeña obra maestra del Woody Allen de este año, dándonos una clase de sencillez y elegancia a un mismo tiempo.
No  sabe nada la Nuri...


*FOTO: FOTOGRAMA DE "MEDIANOCHE EN  PARIS"

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