lunes, 14 de marzo de 2011

...POR TODOS NOSOTROS

En primer lugar unas palabras como homenaje a los miles de damnificados en Japón este fin de semana. Momentos así son los que nos ponen en nuestro sitio con referencia a la naturaleza. Tantos adelantos, tanto avanzar en la ciencia, para que en unos segundos la naturaleza nos recuerde lo pequeños, insignificantes y desamparados que en momentos así podemos estar.
Tenía preparada alguna otra cosa para hablar hoy, pero el único pensamiento que me viene es el de nuestra pequeñez y que en cualquier momento se acaba nuestro papel en este mundo.
Cuando trabajamos pensamos en disfrutar mañana, cuando lloramos creemos que reiremos
mañana, pero como en el título de aquella película el mañana nunca llega. Es en estas circunstancias cuando la celebre frase “ no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy” toma especial relevancia.
Teniendo en cuenta la tecnología con la que cuenta Japón, prácticamente es la primera desgracia de tal magnitud que ocurre en el primer mundo y por eso se han podido ver imágenes desgarradoras casi en el mismo instante de ocurrir. Porque éste tipo de desgracias siempre relacionamos con países del tercer mundo pero en este caso una nación de las más pujantes, y precisamente con los mejores sistemas para prevenir este tipo de cataclismos es la que lo ha sufrido.
Es el mismo sentimiento que ya nos invadió durante la transmisión de las imágenes del 11 de Septiembre en las tristemente recordadas “Torres gemelas”. Daba la impresión esta vez también de estar viendo una película catastrófica, pero donde no había actores famosos, sino que podíamos haber sido cualquiera de nosotros.
Es imposible de asimilar cómo en apenas minutos puedan desaparecer ciudades enteras, e incluso la geografía de la zona puede cambiar.
Viendo todo esto, es cuando quizás decides que debería haber un cambio en nuestra actitud con respecto a nuestras propias vidas, y decidirte quizás a zanjar asuntos que siempre dejamos para más adelante. Aquel viaje que siempre has deseado. El dedicarte a la actividad que siempre has anhelado pero que la has ido dejando para otro día. Quizás el pintar o el escribir algo que siempre has ido postergando. El confesarte con la gente que te rodea y que nunca les has dicho todo aquello que sientes por ellos, y que tu te intentas convencer de que no merece la pena decirlo porque ya lo saben. Quizás un simple abrazo, o incluso un – Ya lo sé y lo aprecio.

Pensamiento raro: Estos días atrás estaba viendo un programa informativo en televisión cuando dieron imágenes de una junta de accionistas de un banco, todos trajeados, engominados y sonrientes para presentar los montones de millones que han tenido de beneficio. Me parecieron imágenes de alto contenido pornográfico.

*FOTO: SHUTTERSTOCK

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