viernes, 24 de septiembre de 2010

LA VIDA EN BLANCO Y NEGRO

Antes de nada, advierto que el tema de hoy puede herir susceptibilidades, pues enfoca en cierta manera un tema racista.
Viendo la tele este mediodía he tenido una gran idea. Si en algún momento me quedo en el paro, ¡Dios no lo quiera!, ya se a qué me voy a dedicar. Voy a ser diseñador, por ahora no se de qué, pero eso es lo de menos. La idea en realidad no ha sido mía. Viendo programas de color, de color rosa, me he dado cuenta de que muchas guapas se dedican a eso, y no parece que les va mal.
Hasta ahora había deseado ser "controlador aéreo" pero está claro que es mucho más
estresante. Lo de menos es a qué tipo de diseño, pues lo más importante es la palabra en sí. Decir “diseñador” suena a mezcla entre descubridor e inventor.
De todas maneras, lo que sí tengo claro es que no debe de requerir mucho esfuerzo, pues muchas de ellas están siempre en todo tipo de saraos.
Ahora viene el punto racista... A mi me huele que en este asunto sobre famosos y diseño, tiene que haber mucho negro. No me creo que gente neófita, de buenas a primeras, pueda presentar toda una colección, por ejemplo, de joyas y que funcione. De lo contrario, ¿qué ocurre con todos aquellos que llevan toda su vida preparándose para ello?
Me parece incluso lícito que empresas de todo tipo intenten fichar a caras conocidas para vender sus productos, pero decir que lanzan diseños de esas personas, pues...con perdón,  no me lo creo.
Colaría si dirían que esa gente famosa colabora en cierta manera en la producción, o oomo mucho en la idea o en el concepto de sus productos, pero considero que decir “diseño” es muy serio.
Como siempre me gusta ver el lado positivo en todo, habrá que acordarse de todos aquellos que aunque no se les reconozca, ni el mérito ni porque trabajan en la penumbra, viven de la estela dejada por esas estrellas del momento.
En el gran teatro del mundo, como dijo el clásico,  no hay que olvidar que los focos dirigen nuestras miradas y mientras los actores principales se llevan los aplausos, los secundarios además de su papel en la obra, montan y desmontan los decorados, y es que...trabajan como negros.

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